domingo, 1 de noviembre de 2009

Banal


Mes nuevo. Mes número 11 del año. Nunca me ha gustado ese número. Me ha dado siempre mala espina. Noviembre es un mes extraño.

He vuelto a pensar. A pensar y a fallar. O quizás no. Creo que me hacía falta abrir los ojos y ver la realidad. Cuando era pequeña me decian que no podia parar quieta. Que siempre tenía que estar con algo trasteando, y que encima ,por caprichosa, tenía que ser algo nuevo cada vez. Y eso me sigue pasando de mayor. Me canso de la monotonía, ma aburro. Me aburro de hacer siempre las mismas cosas. Y tener las mismas cosas siempre. Y entoncés, pienso. Imagino.

He vuelto a verle. Nunca pensé que fuera a verle tan pronto. Y me puse nerviosa. Me flaquearon las piernas y me quede quieta en el sitio. ¿Me reconocerá? ¿Me habrá visto? Y en ese momento no habia sonido que me hiciese volver en mí, hasta que me empujaron. Aún me duele el tobillo. Me deslicé dos escalones abajo, pero no llegué a caerme. Todo el mundo miraba a la chica que estaba viniendo abajo en las escaleras. Al menos todo el mundo que estaba en la plaza. Pero no pasó nada, miré y él me miró. No dijo nada, apartó su mirada y se giró de espaldas. No sé que sentí exactamente, solo noté que se me había partido un trozito de corazón. Había estado fantaseando muchos dias con volverle a ver, y me dirigiese esa sonrisa tan bonita que me había dedicado aquella vez. Tampoco esperaba una larga y tendida conversación. Un "¡Hola!" me hubiese dejado satisfecha. Pero su gesto me hizo sentir banal. Y eso es peor que sentirse rechazado , es como sentirse un cero a la izquierda. Un hola y adios es un rechazo , claramente. Yo misma dirigo mis Holas y Adios a aquellos con los que no quiero tener nada que ver o no me simpatizan. Pero no.

Pero me lo tengo merecido. Merecido por ilusionarme así. Merecido por pensar en cosas que no tengo pensar. Por jugar a lo que no tengo que jugar.

Pero no puedo evitarlo. Me encanta juguetear.

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